miércoles, enero 12, 2005

Dos en la carretera

Se derrumba un mito. El pasado lunes, no sé si por curiosidad, o por aburrimiento, nuestras señoras eligieron por una abultada mayoría El programa de Ana Rosa frente a la omnipresente "Tere Campos" y su séquito. ¿Es posible que estemos presenciando la caída de la señora de las mañanas? Lo cierto es que ya Carolina Ferre (mi querida Carolina), desde su trono pasajero, puso en apuros a la eterna Campos, arrebatándole el liderazgo de las mañanas en noviembre y diciembre. Pero Carolina tenía fecha de caducidad, y nadie pudo salvarla de la llegada de AR. Aun así, la señora Quintana (convertida en un gurú de la comunicación a la altura de Rupert Murdoch; veasé La revista de Ana Rosa), ha barrido de la faz de los audímetros a la más que vista María Teresa. El martes, "Tere Campos" con los resultados en la mano defendía su formato a capa y espada, porque eso sí, cuando María Teresa Campos pierde espectadores se convierte en la defensora de la buena televisión y ve en el programa que presenta un cruzado contra la telebasura; se olvida de cuando era lider en la franja de las mañanas con cosas como "pa'chulo, chulo, mi pirulo".

Pero qué ha llevado a nuestras madres y abuelas, y también a muchos ociosos, a preferir de forma tan evidente a AR. Alguien comentaba en Antena 3, off the record, que el fichaje de la Campos había sido un error, y es que la gente se cansa de las personas, y tener a una señora Día a día, Cada día... durante años, acaba por cansar a la audiencia. Otra cosa son los contenidos. El lunes se vio claramente como España prefiere las confesiones de Ramona Maneiro, a una entrevista de la Campos con la más grande, Rocío Jurado. Morbo frente a cáncer.

A pesar del varapalo de Cada día, las mañanas seguiran siendo terreno de lucha, y como Audrey Hepburn y Albert Finney, AR y la Campos seguiran peleándose hasta que las audiencias decidan. Lo único que me queda claro es que Inés Ballester con su Por la mañana seguirá siendo la tercera en discordia; que tendré que esperar un milagro para volver a ver a mi querida Carolina Ferre; y que el amigo McGyver no volverá a las mañanas de Antena 3 por culpa de María Teresa. Sólo por esto último, el programa de la Campos se merece lo peor. Y lo digo con todo el respeto del mundo.