miércoles, febrero 02, 2005

Einstein e Ibarretxe

Y empezó a hablar Ibarretxe a eso de las cuatro y cinco de la tarde, y como el mensaje del Rey en navidad, las televisiones se llenaron de su omnipresencia. Y cuando creía que por una vez las grandes cadenas de este país iban a contraprogramar con una sesión del parlamento, todo volvió a la normalidad. Esa normalidad que recluye en la 2 debates, documentales y demás, y en las otras operadoras sus habituales quehaceres. Así, mientras Rajoy citaba a Montesquieu y Cicerón en la segunda de Televisión española, Concha Velasco departía profundamente con la señorita Emma García para más tarde dejar a Duran i Lleida tras los politonos y sonitonos de moda. Antena 3, mientras tanto, conseguía levantar cabeza con las historias de siempre. El Diario de Patricia trataba temas del estilo “quiero pedirle perdón a mi ex por celosa”, que se ve están más de moda que el programa secesionista (o como lo llaman ahora, libre asociación) de Ibarretxe.

pidiéndole perdón a su exQue problema tienes, Ibarretxe

La tarde se hizo noche, y mientras el Lehendakari seguía impertérrito las réplicas de sus oponentes, otras réplicas, pero un poco más lejos, en África, se hacían con la audiencia. Y es que a fuerza de ver a Ibarretexe, Paula Vázquez se me hizo mucho más delgada, y puestos a no sufrir, cambié a la primera de la tele pública, que no se moja en estas cosas aburridas del congreso. Y cual fue mi sorpresa al ver que los azares de la programación habían dispuesto un documental de Memoria de España sobre las guerras carlistas ("ni queriendo", pensé). Ibarretxe sonreía, los carlistas caían derrotados en defensa de sus fueros, y en África…, en África Paula adelgazaba por momentos mientras Pocholo enseñaba el pajarito.

Visto lo visto, todo quedo igual. La señora Otero siguió con sus parejas imposibles, e Ibarretxe se fue con varios votos en contra, mientras Bertín Osborne compartía una copita con Teresa Rivero antes de entrar en plató. Porque esto es lo que tiene la relatividad espacio-temporal de Einstein: Mientras unos se echan los trastos a la cabeza en el congreso, en ese mismo momento, una ex celosa recibe perdones en el programa de Patricia.

Más relativo, imposible.