Hay vida más allá de la Fórmula Uno

Parece ser, y a tenor de lo visto esta mañana, que las Fuerzas Armadas intentan modernizarse. Eso, o que Televisión Española sigue intentando conseguir audiencia de debajo de las piedras. Hoy, el desfile se ha convertido en un karaoke improvisado. Canción que entonaban nuestros soldados, letra sobre fondo anaranjado en la parte inferior de la pantalla. Así, para practicar, en plan OT. Que pensándolo bien, ya que hacemos el ridículo en Eurovisión con cosas como “Brujería”, por qué no mandamos el año que viene al Cuarto Regimiento de Infantería a Grecia, o a los legionarios, con el carnero haciendo los coros. Más de uno se lo pensaría a la hora de no votar a España: cabrear a la Legión…



Del karaoke militar, al que le hubiera sentado bien un par de copas, sólo para ver si el Rey o Letizia se animaban a coger el micro, pasamos al culebrón Brito Arceo, con más capítulos que Santa Bárbara (que llegó a los 2137). El hombre está muy mal, tan mal que, según él, ha rechazado 300.000 euros por un desnudo. Pero él tiene dignidad (y el favor que nos hace a todos su dignidad evitándonos verle como Dios lo trajo al mundo), y recalca: “Sólo quiero que me dejen en paz. ¡Veinte mil golfos por ahí y yo que soy una persona honrada!”

Después de esto, sólo me queda practicar, a ver si el año que viene consigo cantar mejor. Aunque, puestos a modernizarse, podrían cambiar un poco el repertorio. Eso, y seguir confiando en que la dignidad de Brito Arceo nos ahorre visiones desagradables.