Escuchar para creer

Imagínense un anuncio de un lavavajillas, pongamos… un anuncio de Calgonit. Imaginemos el clásico anuncio de un producto de limpieza, estilo Fairy: “Con el nuestro limpias el doble, el triple, cuatro veces más…que los demás productos.”

Bien, ahora volvamos a nuestro a anuncio de Calgonit, a ese anuncio en plan Fairy, igual que el resto de los spots de limpieza. Ahora intentemos imaginar una música idónea. ¿Ya? Pues, ni por asomo, alguien de los que está imaginando una música para un anuncio de Calgonit en plan Fairy, seguramente, ha conseguido coincidir con los mandamases del lavavajillas.

Piensen, ahora, si no lo han visto, en un anuncio de Calgonit, en plan Fairy, igual al resto de los anuncios sobre productos de limpieza (excepto el cachondo de Cillit Bang), con el "Carmina Burana" de Orff sonando entre vajillas y copas brillantes.



Si incluir el "Carmina Burana" entre la powerball de Calgonit y amplios chorros de agua cristalina bañando platos impolutos no es tener clase, que baje Dios y lo vea.

Y ya puestos, para cuándo resúmenes de Gran Hermano con "El Cascanueces" de Tchaikovsky sonando de fondo; para cuándo el Bisbal de turno en Operación Triunfo cantando algún aria de Verdi.

Si la Champions League tiene de himno coros y orquesta sinfónica y no "La Macarena", y mira que es difícil imaginarse un partido de fútbol y violines en un mismo pensamiento, quién dice que no podemos disfrutar de la cultura musical clásica en un anuncio de lavavajillas.

Envidia nos tenían que tener en Europa. Tanto gabacho presumiendo de cultura, y aquí nos marcamos una de Orff sobre un anuncio de Calgonit. ¡Olé!