Gran Pez del año
El hombre sin puñetera gracia, J. J. Santos, ha sido nombrado como Gran Pez del 2005 por el Ayuntamiento de Murcia.
Sin comentarios.
El hombre sin puñetera gracia, J. J. Santos, ha sido nombrado como Gran Pez del 2005 por el Ayuntamiento de Murcia.
Si les digo Kristian Pielhoff, pueden pensar que estoy hablando de un esquiador alemán, o mejor, del presentador de la versión alemana de Gran Hermano; pero no. El presentador de la versión germana se llama Christian Möllmann (más conocido como Der Nominator), y el amigo Pielhoff, del que les hablo, es vasco. Y si les digo que lleva años entre colas de contacto y selladoras. Sí, amigos, es el presentador de Bricomanía, el MacGyver de la carpintería, maestro de ebanistas, el Arguiñano de la herramienta y las chapuzas. Kristian Pielhoff es una de esas personas capaz de convencerte de que hacer un terrario es fácil, y que los tiempos entre capa y capa de pintura son pan comido. Es un hombre capaz de hacerte ir a una ferretería para comprar listones de conglomerado, listones que, por otra parte, acaban acumulando polvo en un trastero en el mejor de los casos. Y me preguntarán: ¿por qué hablas ahora del señor Pielhoff? Pues muy sencillo, nuestro particular manitas se ha echado a la espalda la dirección de la obra de La casa de tu vida. Les recordará a las parejas la utilidad de la cola de contacto y esas cosas que hacen falta para levantar un pequeño chalet.
Hoy, alguien ha dicho esta sentencia: "Tres maestros van a medir sus huevos."
Por más que me esfuerzo en ver los informativos de Antena 3, de vez en cuando, mucho es abusar, hay cosas que me devuelven a la realidad. En dos días, y con dos de sus más carismáticos presentadores, Matías y la señorita Griso, he tenido que volver a reconocer que ver un informativo de la cadena de San Sebastián de los Reyes es como leer The Sun, ese tabloide inglés que va de periódico, o sea de serio, pero que si fuera español sería un cruce entre el Interviú y La Razón.
Se admiten apuestas. ¿Quién será la nueva estrella musical de Los Serrano después del amigo de las matemáticas, Fran Perea, y del grupo SJK?
Ayer noche, no pude cumplir con mi dosis mensual de cultura. Ahora tendré que arreglármelas con algún sucedáneo de Sánchez Dragó.
Toca boda en TVE. Además boda con morbo. Hace un par de semanas me impresionó ver a la propia Camila de espectadora (entiéndase en la capilla y en primera fila) en la primera boda de su futuro marido. Después vinieron los malos rollos, los tampax… Y fiel a la función de servicio público que la pública española viene desempeñando desde sus inicios, nos retransmitirá el nuevo bodorrio inglés.
Si se preguntan que ha pasado este año con la reposición de La caída del imperio romano, una de esas películas que nunca faltan a su cita con el Viernes Santo, les diré, que en esta temporada de nazarenos y costaleros, ha sido Telemadrid la que se ha llevado el gato al agua. Pero, a pesar de la caída a una autonómica de un clásico, hay otros que se mantienen a fuerza de repeticiones. Esta tarde, y en un alarde de imaginación y talonario, TVE nos ha traído un estreno directamente desde la pantalla grande. Eso sí, desde la pantalla grande de 1968. Las sandalias del pescador, esa película en la que Anthony Quinn hace de Papa ruso, lleva años colándose en la lista de los films más repetidos en la historia de la televisión española; una lista encabezada por E. T., seguida de Sor Citroen y muchas otras que tienen el beneplácito de algún jefecillo de programación. Lo que pasa con la peli del señor Quinn es que, poco a poco, y sin hacer ruido, ha conseguido estar ahí todo los años. Algo parecido a la señora Cristina Ramos y su Corazón, corazón, que, aunque no lo parezca, lleva más de diez años en antena. Y yo me pregunto ¿hay películas que son carne de repetición? ¿Por qué algunas películas parecen haber firmado un pacto con el diablo para estar año si, año también en la programación de las televisiones? ¿Qué ha hecho Drew Barrymore para que su película más vista en la pequeña pantalla sea E. T.? ¿Quién decide que películas nos tienen que aburrir en semana santa?
Todavía con algo de olor a incienso, y con la intención de comer mañana un chuletón de ternera, he vuelto a encender el televisor. Y con que ganas recibe uno ese nuevo impulso catódico. De sopetón me he encontrado con unas declaraciones de Ana Rosa, de las que se hace eco El Descodificador, en las que la reciente mamá afirma que estudió periodismo sólo para no tener que madrugar. ¡Qué mujer! ¡Ole la sinceridad! Perlitas televisivas de tal calibre se echaban de menos. Experiencias vitales como las de Ana Rosa…
Hay momentos en los que, tras encender el televisor, te das cuenta que te han jodido la antena (no va por ti Mangoman). Momentos en los que te olvidas el paraguas en tu casa, y tras meses sin llover, diluvia. Situaciones en las que escribir un simple sms se te hace tan complicado como escribir El Quijote. Días en los que el Ulises de Joyce te parece la mayor mierda que han escrito jamás, a la altura de cualquier extracto con las instrucciones de un medicamento.
Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que hoy no va a ser un día rosa para la señora Villacastín.
Primero fue Gran Hermano. Le siguieron El Bus (de poco éxito en España), Academia de actores (mejor no hablemos de su éxito), Confianza ciega, La Granja de Terelu, a vueltas con Gran Hermano Vip, Supervivientes (en cualquiera de sus versiones), Operación Triunfo, a vueltas con el Gran Hermano perpetuo… y cuando parecía, amigos, que el baúl de los realities se había vaciado, llegan los ingleses, que para estas cosas son muy castos, y se sacan de la manga otra clase de academia, sin Ninas ni Bustamantes, La academia del romance.
Descubre quién ha dejado de tener amigos en la dirección de TVE:
Quién dijo que no cabían más realities en Telecinco. Los "rumorólogos" de La Razón afirman que en verano la cadena de Fuencarral comenzará a emitir Operación Triunfo. Y quién creen que suena para presentar los resúmenes. Si, amigos (como dirían en Buenafuente), nuestro jefe de redacción de El programa de Ana Rosa, Maxim Huerta. El chaval se apunta a todo, aunque no sé como se llamará su puesto, porque si en AR le colocaron lo de jefe de redacción, resumiendo OT, podrá ser corresponsal en la academia, o colaborador especial en tareas de coordinación. Nunca se sabe, ya saben como funcionan los currículos. Uno pasa de haber sido auxiliar de almacén, o sea mozo, a técnico de mantenimiento especialista en clasificación y control del stock.
Veremos a dónde llega el rumor, y a dónde llega el amigo Maxim.
Todos los medios se hacen eco de la noticia: ¡Brito finalista! ¡Brito finalista! Y como hace tiempo, siguen haciéndose eco de las noticias del concejal y exárbitro en la sección de sucesos, justo después de "Los accidentes de tráfico se cobran 22 víctimas" y antes de "Ordenan prisión preventiva para cuatro detenidos por blanqueo". Pobre Brito, llegar a la final de un concurso de prestigio para que te embutan entre víctimas de tráfico y chorizos. Ser concejal para esto.
Esto no es una broma. Los tentáculos del un poquito de por favor se extienden por lugares extraños. Después hablan del mundo literario...
"Que listos no han salido", pensarán en Antena 3. Ahora resulta que con la ayuda de un juego, Crónicas Marcianas pretende que los internautas decidan que invitados deben asistir al programa. El juego se suma a la utilización de publicidad de Crónicas, de nuevo, porque hacía tiempo ya que el programa de Sardá no se anunciaba, y si no recuerden ¿hace cuanto tiempo no veían un anuncio de Crónicas a las cuatro de la tarde?
Demasiados reportajes sobre el 11-M. La actualidad informativa lo requería, pero pregunto ¿no es darle demasiadas vueltas al asunto?, ¿no pecan los medios de morbosos?, ¿es lícito la utilización de las víctimas como reclamo televisivo? Lo dejo ahí.
Descubre quién tiene amigos en la dirección de TVE:
Lo siento, pero no puedo más. ¿Por qué Telecinco me hace sufrir? ¿Por qué la hacen sufrir también a ella? ¿Qué mente enferma mantiene esas transiciones en las que se ve a las estrellas de Telecinco haciendo tonterías del estilo de Jesús Vázquez metiéndose en el mismo suéter que Emma García? ¿Qué programador de continuidad mantiene a Carolina Ferre entre estas? ¿Quién es el responsable de que siga riéndose sobre un carrito del carrefour cuando ya, para desgracia de la humanidad, no la vemos presentando un programa de televisión? ¡Por qué! No me molesta que mantengan a Mustafá (aquel amigo de Guille Serrano que ha desaparecido de la serie) dándose almohadazos con los otros niños de Los Serrano, pero lo de Carolina me rompe el alma en mil cachitos, como los vasos de Duralex que acaban por romperse con los años, y que lo hacen partiéndose en millones de trozos; esos mismos vasos que anunciaban como irrompibles, pero, como mi corazón, cuando se rompen, lo hacen con todas las ganas del mundo.
Dios las cría, y ellas se juntan. Reunión de Anas, ayer en Telecinco. Ana, la presentadora, entrevistó a la otra Ana, la política, abuela y frutera. A cual más guapa. Desde que un telespectador llamó, hace ya tiempo, al programa de la señora Tárrega (Cristina, amiga mía) diciendo que se masturbaba viéndola a ella y a Ana Rosa Quintana (Si, si, creánselo. Hay pajas para todos los gustos), no me divertía tanto. Y no me divertí porque la entrevista de Ana Rosa fuera un derroche de buen hacer. Ella sabe, como sabemos todos, que no es una Larry King, ni una Juan Pedro Valentín. Me reí, al igual que entonces con el affair de la Tárrega y el onanista, por las caras de las muchachas. No sé si son muy buenas amigas, pero esas sonrisas falsas, sólo comparables a las de Rajoy o Trini cuando ven acercarse a un reportero de CQC, me parecieron soberbias. Parecía, en algunas ocasiones, como si se estuvieran quitando esos pelillos de la ingle que tanto afean la línea del biquini; eso sí, cada una los de la otra y a mala leche, a contrapelo, de ahí tanta cara de estreñimiento falso. Después de desplumarse gestualmente, creo que la confrontación de pinzas la ganó Ana Rosa, se la veía menos forzada, como más habituada a este tipo de depilaciones. Al final, la frutera Botella, especialista en manzanas y peras de hecho, tuvo que beber agua. Tanta sonrisa de Barbie se le atragantó.
Por cosas como esta, echaba de menos a Hilario.
Se ve que para calentarnos un poco, las televisiones han programado un domingo calentito. Si Antena 3 dispone Llamaradas después de comer, la Primera resuelve la noche con la película Fuego intencionado. Lo cierto es que este es ya el tercer caso esta semana en que se cuelan en mi sopa (con tanta sopa, parece que mi padre trabaja en Sopistan) ingredientes ajenos. Yo sumo: las decenas de apariciones del un poquito de por favor, Alonso y las horas de programación que Telecinco dedica a la Fórmula Uno, y ahora, una tarde de fueguitos. Dónde se habrá metido Serrat para apagar tanto calentón, que ya les vale, cuando parecía que lo del Windsor iba decayendo (o sea, que salía de la sopa televisiva), van y sacan un bidón de gasolina, dos cerillas, y hacen una barbacoa con la parrilla del domingo. Aun así, reconozco que hay peores menús. Por ejemplo, cenar con los seudos-triunfitos y las Supremas de Móstoles. Son dos noches, pero cunden como cuatro promociones de Tejero.
A veces sueño… me levanto, enciendo la tele y veo a Alonso. Cuando almuerzo frente al televisor veo un Renault con Alonso. Antes de acostarme creo que un Formula uno atraviesa la pantalla para decirme no se que cosa sobre el mundial. Me desvelo, y enciendo la tele como el que abre la nevera a las tres de la mañana, y qué veo, a Antonio Lobato entrevistando a Fernando Alonso. Me parece que la sopa está ganando ingredientes. Por eso, a veces sueño... que me convierto en un piloto de Formula Uno.
No sé. No sé. Pero lo de las reposiciones de El proceso a Mariana Pineda, El Quijote (a pesar del cumple de la obra cervantina), y la paciencia del director de contenidos de TVE con las audiencias del Wyoming y Otero, me suena a otra época. Y como me suena a otra época pienso (que a veces está bien para desentumecer las neuronas): ¿qué pasará si el PP vuelve a ganar unas elecciones? ¿A quién llamarán para dejar a gusto la tele pública? ¿Volverían con Urdaci, el señor Sánchez Dragó y José Luis Moreno? ¿Quizás Norma Duval? No sé. No sé. Lo único que puedo decir es que me parece impresionante el aguante de la bióloga menos bióloga de este país a pesar de la alternancia política. Porque si volvemos la vista atrás, Ana García Obregón, ha soportado el Qué apostamos socialista, esa serie con Resines que ahora están volviendo a reponer en la 2 (es que se les ve el…), pasando por Ana y los 7, que aguanta tanto un gobierno popular, como uno socialista; tanto un chuletón de ternera poco hecho, como un ensalada sólo con lechuga y sin aliñar.
Cosas que me encuentro en la sopa:
Lo mejor del texto-estudio del comité de sabios, por lo que llevo leído, es que por fin se puede unir, sin pelos en la lengua, en una misma frase sabios y televisión. Que ya era hora que nuestra caja catódica se llevara algún bonito piropo entre todos esos malintencionados adjetivos, aunque sea algo indirecto, pero bueno, también vale. La próxima vez que me digan que ver la tele es de clases populares bajas, les contestaré “pues fíjate tú que han llamado a cinco sabios para ver que hacen con la tele nacional, y no a un barriobajero como tú. Curioso, ¿verdad?” Después de eso, sólo podrán rebatirme con la frase más contundente que he escuchado en mi vida. Una frase que no deja lugar al debate y que ha pronunciado un Solbes cada día más dicharachero delante de las cámaras.
Está bien. Aceptamos que la Campanario intente leer a Saramago. Una mujer que se casa con Jesulín de Ubrique por qué no puede leer al premio Nóbel. Incluso, por qué no podría leer, así, a secas, aunque sea el prospecto de las aspirinas. Pero una vez que hemos resuelto las inquietudes literarias de la Campanario, hay cosas que me siguen rondando.
Parece mentira, Hilario Pino ha desaparecido de los informativos de Telecinco. Poco a poco, hacía ya tiempo, que la señorita Begoña Chamorro iba parasitando los informativos de las 14:30. Su salto desde la redacción madrileña de Telecinco a la titularidad del informativo nacional huele a chamusquina, y es que desde el meteórico ascenso de nuestra princesa, doña Letizia Ortiz, no se había visto nada igual. Pero, y esa es mi duda, ¿dónde ha metido el cuerpo de Hilario? Si fueran otras fechas, pensaría que nuestro risueño presentador se habría ido de vacaciones, pero a finales de Febrero… ¡Qué has hecho con él, Begoña! ¿Te molestaba eso de compartir protagonismo? Pues a pesar de tus maldades, Chamorro, que sepas que sigues compartiendo la autoría de “tu informativo” con don Hilario. Cosas de la vida y de las webs que no se actualizan en esto de la tele.